T1E6. Rayos y raíces

Ni de aquí ni de allí
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T1E6. Rayos y raíces
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Eduardo llegó de Otavalo, Ecuador, a Alicante con solo seis años. En este episodio comparte cómo ha vivido su identidad indígena en un contexto marcado por la religión evangélica y la experiencia migrante. La entrevista explora el quichua, las costumbres que perduran y los desafíos de pertenecer a dos mundos.

Hablamos sobre la herencia cultural, la familia y cómo ciertas prácticas —como dejarse el pelo largo o asistir a la iglesia con ropa tradicional— funcionan como anclajes a las raíces, incluso lejos de casa.

🧳 Ideal si te interesa: comunidades indígenas migrantes, Otavalo, religiosidad y tradición en la diáspora.

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Transcripción:

Bienvenidos a Ni de aquí ni de allí, un podcast en el que escucharás la voz de los hijos de los valientes, los hijos de aquellos hombres y mujeres que abandonaron su país de origen y llegaron a España durante los 90 y principios de los 2000.

Mi nombre es Michelle y seré quien te acompaña en este podcast en el que hablaremos sobre la identidad cultural de los inmigrantes de segunda generación o hijos de inmigrantes hispanoamericanos en España. Puedes encontrar más información acerca de estos conceptos, los países que tratamos y más, en bit.ly/nideaquinidealli Todo junto sin guiones ni espacios.

Esta vez hablaré con Edu, un estudiante de relaciones laborales que reside en San Vicente del Raspeig, Alicante, y es originario de Otavalo, Ecuador. Otavalo está en la sierra ecuatoriana y es una ciudad conocida como la capital intercultural del ecuador dada su riqueza cultural e histórica. Es más, los otavaleños son conocidos internacionalmente por su habilidad textil, musical y comercial.

En este episodio, Edu nos hablará entre otras cosas sobre el quichua, las tradiciones indígenas que se mantienen generacionalmente y sobre su vida en Alicante.

Hola, Edu. Para empezar, ¿podrías hablarnos un poco de ti?

Edu: Vale, pues. Mira, me llamo Eduardo. Tengo 23 años, nací en Ecuador. Me vine con seis años a España. Llevo aquí toda mi vida a partir de los seis años, aquí, en San Vicente.

Michelle: ¿En qué parte de España estás viviendo?

Edu: Pues mira, vivo en un pueblo o ciudad, no sé qué es ahora mismo. San Vicente, que está a lado de Alicante, está muy cerca. Al sur de España, al sureste de España. Entre Valencia y Murcia. Y se gaste por el turismo también, que viene a muchos turistas. Está la playa y está a media hora de venido, que yo creo que eso es muy, muy típico. Que siempre es conocido por los alemanes o cualquier turista que siempre viene a esta zona. Siempre no hace mucho calor, por la humedad. Y es una zona que es como, digamos, seca, que no llueve mucho.

Michelle: ¿Qué estás estudiando y dónde? ¿Cuáles son tus aficiones?

Edu: Estoy estudiando Relaciones Laborales y Recursos Humanos en la Universidad de Alicante. Me pilla a diez minutos de mi casa, así que perfecto. Me apasiona la guitarra, tengo tres guitarras, también sé algo de piano, batería, bueno, me encanta la música en general. Y eso. Mis aficiones, pues me gusta el deporte, el fútbol sobre todo.

Michelle: ¿Cómo acabaste estudiando Relaciones Laborales?

Edu: A ver, empecé en ADE, en Administración de Empresas, ¿no? Pero, no sé, los números que no me llamaban demasiado, y al final, pues me canté por esta carrera que es un poco similar, en plan, es, como que me enfoco más en ayudar y en los trabajadores, digamos, no frente a las empresas y demás cosas, o sí, eso, en ayudar a los trabajadores frente al empresario, más o menos para conocer la situación y poder luego, pues, luchar contra la opresión, digamos, del comercio, o contra a lo mejor las personas que no tienen conocimiento, o digamos, recursos para poder enfrentarse a a lo mejor las situaciones que se presentan, ¿no? En plan, ahora mismo con la crisis, pues, así que los trabajadores tienen que aceptar cualquier condición que le imponga el empresario, y a lo mejor no tienen el conocimiento para poder decir, no, esto no, porque según la ley no está permitido cualquier cosa. ¿Me entiendes?

Michelle: Sí, sí, sí, sí, muy interesante.

Edu: Y por eso más o menos quiero seguir esa línea y a ver si cuando acabe la carrera seguir a lo mejor, especializarme en recursos humanos, que más o menos es donde quisiera acabar.

Michelle: Cuando dejaste a ADE, ¿viste super claro que querías hacer relaciones laborales?

Edu: Sí, bueno, había dos, pero bueno, ya no acuerdo de la otra, pero al final me decanté por relaciones laborales y por más o menos por las salidas que tiene.

Michelle: ¿En qué parte de Ecuador naciste?

Edu: Mira, nací a… el pueblo se llama Otavalo, que está a una hora y media de Equito. Es en la sierra.

Michelle: ¿Has vuelto a ir a Otavalo? ¿Qué tal?

Edu: Ah, pues sí, he ido creo que cuatro veces. El año pasado fui dos meses con mi hermano pequeño. Estuvimos ahí con mi familia, en plan, recorriendo un poco de Ecuador porque dos meses no para mucho así que estuve también cerca de la frontera con Colombia. Estuve al sur de Ecuador y todo muy bonito. Lo pasé muy bien.”

Michelle: ¿Cómo es Otavalo? ¿Dónde está? Está al lado de la mitad del mundo, ¿verdad?

Edu: Sí, estaba cerca, pero no sé qué pasó hace un tiempo. Cambiaron de localización y está más cerca de Quito ahora. No sé por qué, a lo mejor algo de la astronomía, ¿no? Hay que girar a tierra un poco. Va variando un poco pues del eje y se ha movido lo que es el centro del mundo y está más cerca de Quito ahora.

Michelle: ¡Qué fuerte!

Edu: Sí, sí. Hay dos sitios, uno está abandonado en donde está como la bola del mundo, no sé si habéis visto el típico figurita, como es como una torre y arriba como una bola.

Michelle: Sí, sí.

Edu: Y ahora ahí está en otro sitio que ahora es más bonito. No he oído, pero he visto fotos solo. Mira, eso no he oído.

Michelle: ¿Qué caracteriza Otavalo?

Edu: Mira, Otavalo es un pueblo pequeño, pero es muy turístico en plan porque por la artesanía. La gente vive en plan de vender camisas tradicionales, vestidos tradicionales. Tiene un mercado que tiene mucha variación de frutas también, por también, como casita de Ecuador, por la por la zona y eso pues hay mucha diversidad de frutas ¿Qué más? Hay hay como un momento así muy bonito en plan un colibrí, que es como un conservatorio, diría, un donde hacen eventos. ¿Qué más? Pasa por ahí un tren también que pasa casi por todo Ecuador, así un tren antiguo que que también es muy turístico. ¿Qué más? ¿Qué más?

Hay lagos, hay un lago que está cerca de ahí que se llama el Lago de San Pablo, que en las orillas hay muchos restaurantes donde puedes comer pescado y demás cosas. No sé, es un lugar bonito para ir a un arte en la vida, porque luego a lo mejor te gusta y quieres más, porque hay muchas cosas que ver y digamos que para comprar o cualquier cosa es súper barato. Y eso siempre está bien, porque siempre la economía es como que te opresiona y te debo no poder porque no hay dinero o cualquier cosa.

Así que es barato, es bonito y no sé, la gente es muy amable, muy simpática, muy cariñosa.

Michelle: Tengo entendido que Otavalo exporta sus artesanías, ¿verdad?”

Edu: En busca de esa, o algún país europeo siempre hay un Otavaleño vendiendo cualquier cosa. Está también lo que es el, hay muchos como, no sé cómo se llama, en plan, como un tipo de flauta que son tubitos, van juntos. No sé si habrás visto alguna vez que siempre, siempre venden eso, o luego con unos tamborcitos pequeños que le das vueltas y tienen bolitas al lado y todo ese, todo con eso.

Cosas así que se venden bastante.

Michelle: Creo que se llama zampoña.

Edu: Eso, eso, eso, eso, muy bien, sí, eso.

Michelle: Cuando fuimos a Ecuador, mi hermano y yo, un amigo que es músico nos pidió que le trajésemos eso, y yo en plan, ¿el qué?

Edu: Sí, sí, pues eso sí, eso. Es muy tradicional de esa zona, creo, porque siempre oye un montón de eso, o es lo que le dicen a los tuits, o es que como que se sopla y va cambiando de tonos y demás. Se caracteriza, se caracteriza por eso.

Michelle: Una de las cosas que has dicho me ha llamado la atención y me ha gustado. Eso de que en cualquier parte del mundo hay un otavaleño vendiendo sus artesanías. Algo muy cultural y propio. O sea, que no hay un rechazo a esa cultura de origen.

Edu: No, y fíjate en los años 90 es cuando más salieron, digamos, los de mi pueblo ese, de Otavalo, a países europeos y han ido un montón de dinero. Porque se iban y como sabían de música utilizaban esos instrumentos y pues era novedad en esos países y la gente compraba bastante. También vendían música que hacían ellos o hacían como covers de canciones famosas, pues usando esos instrumentos que son una forma tradicionales de Otavalo.

Y siempre verás por algún país de esos que hay siempre con música esa tocando ese tipo de flautas, cosas así que son muy reconocibles. Y suelen tocar también como con vestidos típicos. Se ponen en las clases a veces a vender ceres y tocando y demás cosas. No sé si habrás visto alguna vez.

Michelle: Sí, sí.

Edu: Pues así sí, así se han ganado la vida y se les conoce bastante. Yo he ido a Ámsterdam, había en México, había. Bueno, y así en España también hay en Alicante. Por ejemplo, hay muchos Otavaleños que salen a las playas a vender cualquier cosa así que son típicas. Y sí que he visto bastante.

Michelle: En las ferias a veces veo puestos y me pregunto si son Otavaleños o no.

Edu: Sí, sí, sí. Seguramente lo son. Casi siempre serán Otavaleños.

Michelle: Mis tíos me dijeron que Otavalo es una de las partes de Ecuador que más atrae a los turistas y en donde más se enorgullecen de su legado cultural, en la música, en la ropa. Es algo que me llama la atención porque luego ves en otras personas que o bien rechazan sus raíces o bien dejan de lado esos aspectos puntuales, esos colores. No sé si me explico.

Edu: Sí, sí, sí. A lo mejor las nuevas generaciones como que no aceptan eso y quieren ya ir como más a la moda, digamos, occidental o cualquier cosa, porque sí, por ejemplo, mis papás siguen hablando aquí entre ellos. ¿En serio?

Michelle: Ay, qué guay.

Edu: Sí, yo entiendo la mayoría si algunas palabras sueltan, pero tampoco es como que me empeñan a aprender o cualquier cosa de eso. Por ejemplo, lo que decías, que se va perdiendo a lo mejor ese tipo de tradición. Mis padres y mis tíos algunos también tienen el pelo como una coleta.

Es típico, los hombres tienen coleta. Mira, yo tenía coleta hasta que vine aquí y a un par de meses que estuve aquí me lo cortaron. Y yo llorando porque es como algo que creciste con eso y pensabas que vas a vivir siempre con ese hit de la tinta.

Pero bueno, son como costumbres o tradiciones que a lo mejor se llevan a rechazo a la interacción. Por ejemplo, con seis años o siete años, pues a lo mejor la gente no lo vería normal. Yo pensé. Tampoco me acuerdo mucho de eso. Solo sé que lloré. Y nada, es que perdí ahí lo que sería esa parte de la tradición de llevar colega y demás cosas.

Michelle: Cuentan los otavaleños que los rayos del sol y la luna se extienden con fuerza por todo el universo, como si fuesen largos cabellos. Del mismo modo, las plantas y los árboles tienen largas raíces. Por tanto, el pelo largo simboliza la fuerza de los rayos del sol, la luna, las estrellas y la fuerza de las raíces de los árboles y plantas.

Si un día se aniquilaran los rayos de la luna y el sol, el universo viviría en silencio y oscuridad. Y si se cortan las raíces de las plantas y los árboles, éstas se secarían y morirían. Así pues, el pelo largo está vinculado a la energía y a la vitalidad de un pueblo vinculado a la Madre Tierra o Pachamama y al Universo.

La madre de Edu nos comentó que también tiene muy presente a los ente pasados indígenas como el general Rumiñahui, quienes consideraban que en el cabello está la fuerza y la sabiduría. De todas formas, llevar el cabello largo y trenzado también tiene una función social. En los momentos de hacerse las trenzas entre padres e hijos, entre esposos y entre hermanos, se reafirman los lazos familiares.

¿Cómo describirías tu integración? Dirías que fue fácil, complicada, ¿no te acuerdas bien?

Edu: Fue fácil porque ya tenía un primo aquí. Él vino, que somos del mismo año. Él nació en junio, yo nací en julio. Y desde el colegio hasta el instituto, bueno, y algunos años de la universidad hemos estado siempre juntos. Siempre estábamos los dos. Y sí, no había problema para la integración ni relación con los demás chicos.

Y siempre hemos tenido buenos amigos, bastantes amigos y todo bien. Algunos que otros a lo largo de la vida, pero bueno, que son típicos, algunos que otros siempre hay. En plan que rechazo y demás. Pero bastante bien.

Michelle: ¿Cuántas veces has vuelto a Ecuador?

Edu: He vuelto unas cuatro veces, creo. Ahora, cuando tenía once años, dieciséis, dieciocho y el año pasado.

Michelle: ¿Qué fue lo que más te llamó la atención la primera vez que volviste?”

Edu: La primera vez que fui, pues no sé, en plan un poco el el el choc, no por en plan, porque como tenía mis amigos desde pequeñito, no sé, me preguntaba qué sería de ellos y demás cosas, pero tampoco pude saber nada de ellos, porque como no tenía conciencia de cómo se llamaba ni dónde vivían, casi nada. Pues más o menos la primera vez lo vi, casi todo como muy nuevo, porque eran después de seis años o cuatro o cinco años, creo que eran y tampoco tenía memoria de de en plan de cómo era. Así que era un poco nuevo todo para mí.

Me acordé de mis familias, eso sí, y que era bonito volver a verles y todo eso. Pero en plan la ciudad, el pueblo y todo eso, pues como que era bastante nuevo. Tenía poco conocimiento de cómo era y dónde estaba y todo eso.

Michelle: ¿Tus primos todavía hablan quichua?

Edu: Sí, sí que hablan, porque sí, el año pasado fui y sí que hablan ellos. En plan, digamos, la iglesia a la que asisten en Ecuador, que asistíamos yo también antes, cuando era más pequeño, está en plan de eso, de que no sé quién es solo la raíz, ¿no? En plan, la iglesia como que dice que, en plan, las tradiciones mantenerlas, siempre me quiso mantenerlo, lo del pelo largo también mantenerlo y lo de los domingos ir con el traje o el vestido de tipo, pues que si siempre lo cumplen, es tan…

Bueno, eso yo creo que está bien, ¿no? Porque no, no quiere que se pierda la cultura ni con las nuevas generaciones ni nada.

Michelle: Entonces, ¿naciste en una familia evangélica protestante?

Edu: Sí, sí, el abuelito de mi mamá es el que empezó. Luego le siguieron mis abuelitos y luego ya mi mamá y ya yo también sigo.

Michelle: Vale, es muy curioso porque sabes que Ecuador es un país muy católico.

Edu: Sí, pero en Otavalo no, no, no es muy así en plan. Creo que hay un gran porcentaje de la población que es evangélica, porque tú ves las iglesias y son más de mil personas, llegan a ser dos mil por ahí. Y hay varias iglesias en la zona, así que hay un gran número de evangélicos en esa zona de Otavalo.

Michelle: Muchísimas gracias, Edu, por participar y hablar conmigo. De verdad, muchísimas gracias.

Edu: Pero bueno, sí, gracias a ti por contar conmigo y nada, que vaya muy bien todos estos capítulos. Y cualquier cosa, aquí estaré.

Michelle:Si te ha gustado el episodio, compártelo y pasa la voz. Recuerda que estamos en Facebook, iTunes, YouTube y ivoox y puedes encontrarnos buscando Ni de aquí ni de allí o Miss Aguilar en cualquiera de esas plataformas. Muchas gracias por escucharnos y hasta el próximo episodio.

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